El economista en jefe de BBVA Bancomer, Carlos Serrano Herrera, precisó que para hacer cambios o renegociar el TLCAN, el presidente de Estados Unidos tiene que obtener la aprobación de su Congreso, pero lo que sí puede es abandonarlo, pues hay una cláusula que así lo indica.
Recordó que Estados Unidos nunca ha abandonado un tratado de libre comercio en su historia y aunque esta probabilidad es baja en el caso del TLCAN, sí podría hacerlo con una simple firma de su presidente y salir de este acuerdo comercial con México y Canadá en un periodo de seis meses.
No obstante, México y Estados Unidos forman parte de la Organización Mundial de Comercio (OMC), precisó el economista de BBVA Bancomer durante la presentación del informe “Situación sectorial”.
Esto, explicó, le da a México la posibilidad de exportar a Estados Unidos bajo la cláusula de “nación más favorecida (NMF)” de la OMC, que establece la extensión automática de cualquier mejor tratamiento que se concederá o ya se ha concedido a una parte del mismo modo a todas las demás partes de un acuerdo de comercio internacional.
Así, subrayó Serrano Herrera, en el caso extremo de que Estados Unidos abandone el TLCAN, si bien no sería positivo, se mantiene la posibilidad de exportar con los aranceles de nación más favorecida; “tampoco sería algo catastrófico”, insistió.
Según una revisión a cada una de las partidas arancelarias establecidas a cada una de las industrias que conforman el TLCAN, BBVA Bancomer estima que bajo la cláusula de NMF el incremento tarifario estaría acotado al 3.0 por ciento en promedio ponderado por el monto de las exportaciones de 2015.
“Lo que vemos es que el arancel estaría acotado en un promedio de 3.0 por ciento, es decir, ciertamente no sería algo positivo pero tampoco sería algo demasiado grave, porque lo que ha ocurrido después de que se firmó el TLCAN es que lo aranceles en la OMC han seguido bajando”, argumentó.
Señaló que cuando se firmó el TLCAN si era muy ventajoso, pero actualmente aquellas naciones que estén utilizando los “aranceles de nación más favorecida” pueden exportar con aranceles que en muchos casos son bastante bajos.
El resultado de la revisión que hizo la institución financiera a 326 fracciones arancelarias es que muchas de estas tendrían un arancel cero, otra entre cero y 1.0 por ciento, y solamente 30 fracciones tendrían un arancel promedio de más de 5.0 por ciento.
Así, apuntó Serrano Herrera, en el caso extremo de que Estados Unidos abandone el TLCAN, y si no se imponen otro tipo de barreras arancelarais, “México podría seguir exportando con tarifas arancelarias relativamente bajas a Estados Unidos”.
Insistió que si bien no sería positivo que Estados Unidos abandonara el TLCAN, el mismo acuerdo comercial trilateral ha traído otro tipo de ventajas en cuanto al tipo de mecanismos de resolución de controversias o a mejoras institucionales.
En su opinión, la manera más eficiente en que México, Estados Unidos y Canadá podrían proceder si se quiere adicional algo al TLCAN, sería incluir acuerdos paralelos y no tocar el cuerpo del tratado.
Comentó que eso ya ocurrió, pues el TLCAN se negoció cuando en Estados Unidos el presidente era George Bush padre, pero cuando se firmó el acuerdo, asumió la presidencia William Clinton, que mostró objeciones a algunos temas.
En ese momento, refirió, en vez de tocar el cuerpo del TLCAN, se adicionaron algunos acuerdos paralelos, en particular en materia ambiental y laboral.
El economista en jefe de BBVA Bancomer afirmó que tocar el cuerpo del tratado puede llevar mucho tiempo y sería contraproducente para los países, porque crea incertidumbre.
“Pensamos que lo óptimo es que, si va a negociar, es que de adicionen en acuerdos paralelos, que no se toque el cuerpo y se haga lo más pronto posible para disminuir incertidumbres”, subrayó.