Según S&P, la rebaja se debe a que las perspectivas de crecimiento económico de Rusia "se debilitaron" y continuarán debilitándose.
El desplome de los precios del petróleo y las sanciones de países occidentales contra Rusia por su rol en el conflicto en Ucrania llevaron al país al borde de la recesión. Las sanciones, de hecho, dejaron a Moscú afuera del mercado crediticio internacional.
La agencia de calificación indicó en un comunicado que bajó la nota de deuda de "BBB-" a "BB+" y argumentó que se debe a la pérdida de flexibilidad de la política monetaria rusa.