La aprobación de la deposición de Ghosn fue aprobada durante una junta celebrada en un hotel de Tokio a la que asistieron unos 500 accionistas y que se prolongó durante dos horas, según detalles recogidos por el diario japonés Mainichi.
Durante la reunión, los accionistas de Mitsubishi votaron también a favor de mantener como presidente a Osamu Masuko, quien prometió fortalecer el gobierno corporativo y favorecer la transparencia.
Ghosn está acusado de ocultar a las autoridades financieras de Japón parte de las compensaciones económicas pactadas con Nissan (que posee el 34 por ciento de Mitsubishi y llevó al fabricante a la Alianza) y de abusar de la confianza de la compañía por usar sus fondos con fines personales y realizar transacciones injustificadas para ella.