Alonso ganó junto a sus compañeros, el suizo Sebastien Buemi y el japonés Kazuki Nakajima, la prueba disputada en la pista de Florida que albergó la primera carrera de resistencia disputada en Estados Unidos -en 1952-, y ahora lidera el WEC, en su principal categoría (LMP1), con 135 puntos, quince más que el otro Toyota, el del argentino José María 'Pechito' López, el inglés Mike Conway y el nipón Kamui Kobayashi.
En el -poco probable, pero no imposible- caso de ganar las Seis Horas de Spa y que el Toyota número 7 no puntuase en Bélgica, serían matemáticamente campeones, a falta de la última prueba, las 24 Horas de Le Mans (Francia).
El doble campeón mundial asturiano de F1 y sus compañeros se anotaron 32 puntos por su victoria en Sebring, una prueba que puntúa más que las de seis horas, que otorgan 25 puntos al ganador.
Si Alonso y sus compañeros ganasen en Spa; y el otro Toyota no acaba la prueba que se disputará el 4 de mayo en el mítico circuito de las Ardenas, la ventaja del trío que capitanea el español sería de 40 puntos; una diferencia insalvable, dado que el ganador en Le Mans se lleva 38.