El Ford Puma Rally1 del equipo fue el coche que llegó más rápido al suelo cuando se lanzó la nueva era de propulsión híbrida del WRC en el Rallye de Montecarlo que abrió la temporada el mes pasado.
Las máquinas con la insignia Blue Oval de Sébastien Loeb y Craig Breen intercalaron al rival de Toyota Gazoo Racing, Sébastien Ogier, con el primer y tercer lugar en los Alpes franceses para dejar a M-Sport Ford en la cima de la clasificación de pilotos y fabricantes.
A pesar de ese buen comienzo, Williams se ha mostrado cauteloso para el futuro.
“Para mí, no hay duda”, dijo, “los demás se pondrán al día muy rápidamente, si es que no lo han hecho ya.
“Ha sido un trabajo duro llegar aquí, pero el trabajo duro no se detiene ahora, simplemente se está poniendo en marcha a medida que avanzamos en la temporada. Probar con estos autos es una cosa, competir es otra”.
M-Sport Ford ha desarrollado una reputación envidiable por encontrar una solución rápida e innovadora cuando se trata de regulaciones técnicas modificadas.
El Fiesta World Rally Car fue el auto a tener en 2017, cuando Ogier y M-Sport dominaron ambas carreras por el título. Seis años antes, Mikko Hirvonen le dio al Fiesta RS una primera victoria en el nacimiento de la era turboalimentada de 1600 cc.
Si bien su atención se centra principalmente en la segunda ronda del Rallye de Suecia (24 - 27 de febrero), Williams se permitió un momento para sonreír al reflexionar sobre el éxito inicial.
“Fue un resultado fantástico”, dijo. "Fue increíble. Desde el primer momento en que se sentó en el auto, a Séb [Loeb] le gustó el auto y lo vimos en el evento.
“Pero más allá de él, todos en M-Sport y Ford trabajaron muy, muy duro para esto. No puedo decir lo suficiente sobre lo que ha hecho Ford Performance, todo el mundo está trabajando muy de cerca”.