Nada le fue bien a Alonso desde que anunció su fichaje por McLaren tras cinco años de frustraciones en la "Scuderia": el doble campeón del mundo sufrió un duro accidente el 22 de febrero en unos tests, se perdió después el primer Gran Premio de la temporada en Australia y en su primera carrera del año acaba en el box. Además, su bólido tiene graves problemas de potencia y fiabilidad.
A pesar de un nuevo duro revés, Alonso sacó una conclusión sorprendentemente positiva: "El fin de semana fue mejor de lo esperado".
El español se vio obligado a frenar su McLaren por un problema de refrigeración en la vuelta 22 y volvió al garaje. Desde ahí vio cómo su ex equipo y su gran rival de los últimos años regresaban a la primera línea.
Para Alonso, sin embargo, fue suficiente haber podido rodar unas vueltas al mismo ritmo que algunos bólidos. "Fue el primer paso", dijo.
"Era una sorpresa estar rodando en el grupo de los demás coches", afirmó. "El poder rodar con el grupo de coches, incluso ir alcanzando a un Red Bull, era impensable".
Ya el día anterior, en la clasificación, había terminado penúltimo. Sólo había sido más rápido que los Manor, un coche que debido a su inferioridad no debería ser nunca la comparación con Alonso. Su compañero de equipo, el británico Jenson Button, fue décimo séptimo el sábado.
En la carrera la situación no mejoró en absoluto para los McLaren. No sólo Alonso, sino también Button debió abandonar antes de llegar a la meta por un problema en el turbo en la vuelta 41.
La fábrica de Woking tiene un gran trabajo por delante, y lo deberá realizar en medio de la competencia tras los múltiples inconvenientes en los tests de pretemporada.
"Si hubiéramos tenido un invierno normal, pues seguramente todos estos pequeños fallos los vas descubriendo poco a poco. A nosotros nos va a tocar descubrirlos en las carreras", se resignó Alonso.
El francés Eric Boullier, jefe del equipo, no ocultó su decepción, aunque admitió que el resultado era previsible. "El hecho de que tanto Fernando como Jenson debieran abandonar es obviamente decepcionante. Pero ambos condujeron extremadamente bien dadas las difíciles y frustrantes condiciones".
La gran pregunta, sin embargo, es cuánto durará la paciencia del doble campeón mundial. Cuando llegó al equipo, Alonso no dudó en calificarlo como un "sueño" y se definió a sí mismo como "uno de los hombres más felices del mundo".
Sin embargo, la nueva alianza entre McLaren y Honda, que tantos éxitos dio en el pasado, podría empezar a convertirse en una pesadilla para el español.