El piloto catalán era protagonista de un fin de semana de altibajos en Termas de Río Hondo, partiendo finalmente décimo octavo en parrilla para mejorar sensiblemente durante la carrera, en la que terminaba a rueda de su hermano Aleix con la novena plaza.
Pol Espargaró: “Ha habido un momento, en el principio de la carrera, en el que he conseguido adelantar a muchos pilotos en pocas vueltas, y justo me he quedado detrás de las dos Pramac y de Viñales. De repente se ha incendiado delante de mí la moto de Hernández, y allí he perdido tiempo con Bradley y mi hermano. Cuando he intentado recuperarlo he visto que me costaba mucho, que no conseguía coger el ritmo que teníamos en entrenamientos. Detrás de Yonny he estado un par de vueltas rodando un segundo más lento porque, claro, salía aceite, que me estaba dando en la cúpula; ha empezado a salir fuego y tenía miedo de que se cayese delante. Sabía que se iba a caer, no sabía ni cómo, ni cuándo, ni dónde, pero lo sabía, y lo que no quería era atropellarle. Así que iba con un poco de miedo detrás de él”.
“Se me han escapado un poco, aunque a mitad de carrera he conseguido coger un poquito a mi hermano, pero ya al final he visto que no era factible, que no iba a poder cogerle, y he tenido que bajar el ritmo de nuevo para terminar la carrera. De dieciocho a octavo… Era importante sumar puntos. Esta carrera, sin duda, no ha sido de nuestras mejores y tengo ganas ya de llegar a Europa para llegar a otros circuitos que se me dan mejor”.