Juan Martínez visitaba recientemente la redacción de motogp.com y analizaba los cambios en el ámbito técnico que traerá consigo la temporada 2016 del Campeonato del Mundo de MotoGP; comenzando por los neumáticos y el reciente estreno del prototipo de KTM.
En los próximos días publicaremos en una segunda entrega con su punto de vista sobre la adopción de la electrónica común de Magneti Marelli y su repercusión en el aumento a 22 litros de los depósitos de combustible y la ampliación a siete motores por temporada que también entrarán en vigor en 2016.
"Bajo mi punto de pista, el neumático tiene muchísima influencia en las prestaciones. A nivel conceptual, en el momento en el que aparecieron en escena los neumáticos de Bridgestone junto a los de Michelin, los primeros eran muy diferentes. Michelin solía fabricar carcasas bastante más blandas que Bridgestone. El Bridgestone era entonces un neumático que resultaba más estable durante toda la carrera, pero al que costaba hacer funcionar; tenías que pilotar de forma más agresiva porque sus carcasas resultaban más duras y en muchos casos si no eras capaz de pilotar con agresividad para que alcanzaran la temperatura necesaria, entonces podían resultar algo peligrosos".
"La evolución de las motos ligada a esos neumáticos, junto a la evolución del pilotaje de los participantes, ha hecho que las carreras se mantengan en tiempos muy estables de la primera a la última vuelta; incluso hemos visto cómo se firmaba la vuelta rápida en la última vuelta de carrera".
"Parece ser que ahora los nuevos neumáticos introducidos por Michelin, aunque sólo sea por emplear una llanta sea más grande, ya aumentan la rigidez de las construcciones; el neumático es algo más pequeño, crece la llanta y disminuye el diámetro del neumático. Al suceder esto, tendencialmente las carcasas se endurecen y se encaminaría más a lo que es el concepto de Bridgestone. Falta ver, sin embargo, cómo equilibran compuestos que ha utilizado tradicionalmente Michelin con los que han venido empleando en Bridgestone".
"Esto sucede en los primeros compases, en primeros entrenamientos en que los pilotos están acostumbrados a tener una serie de referencias, al igual que los equipos, para realizar la puesta a punto; pero poco a poco lo irán entendiendo. Michelin es un fabricante con suficientes garantías para que dejen de producirse tantas caídas como parece que se están dando en estos comienzos".
Martínez también daba su opinión sobre la llegada de nuevos fabricantes, especialmente KTM en 2017, cuyo prototipo ya ha rodado en pista: "De KTM, lo que más me gusta a nivel personal, y yo suelo ser bastante romántico, es que crean en su propia filosofía empelando un chasis que no sea de tipo deltabox (doble viga de aluminio, n.d.r). Es una señal de respeto a su filosofía; no hay ningún parámetro que diga que con un chasis multitubular en acero no se puedan conseguir los mismos resultados que con un deltabox".
"Es verdad que la última experiencia que puede venir a la memoria es la de Ducati, aunque el concepto entonces era completamente diferente. En el método de Ducati el motor era autoportante, donde éste era el componente más importante y definía el carácter de rigidez de la moto, y en KTM es simplemente un chasis perimetral en tubo de acero, más parecido a lo que siempre ha utilizado Ducati en Superbike".
"El motor sigue siendo un componente muy importante, pero lo que da rigidez al conjunto es el chasis. De entrada, parece que los primeros test han ido bastante bien; siempre es bueno que venga una marca como KTM. Es una marca con un gran reconocimiento en el ámbito del off road, pero ya hemos visto que su desembarco en la categoría de Moto3 ha resultado más que efectivo".
"Por otra parte será bueno para todos ver a Aprilia continuar la evolución que hemos visto desde mitad de campeonato en adelante, con Bautista y Bradl cada vez más cerca a nivel de tiempos y también los esperanzadores entrenamientos que ha tenido Suzuki en Valencia. Ojalá cuando llegue KTM esté lo más cerca posible de luchar por los puntos. Sería fantástico".