Más de 100,000 infladores de bolsas de aire siguen sin reparar en Puerto Rico

Más de 100,000 infladores de bolsas de aire siguen sin reparar en Puerto Rico

Más de 100,000 residentes de Puerto Rico están conduciendo vehículos equipados con infladores de bolsas de aire peligrosamente defectuosos que, al desplegarse, pueden explotar y lanzar fragmentos de metal hacia el conductor y el pasajero, provocando heridas graves o la muerte, incluso en un choque leve.

Según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés), la actual orden de retiro urgente de bolsas de aire por motivos de seguridad (el más grande y más complejo en la historia de Estados Unidos) afecta a decenas de millones de vehículos de 19 fabricantes de vehículos y a más de 200 modelos y años de los modelos. Al menos 16 estadounidenses han muerto y más de 300 han sufrido heridas graves debido a esos infladores de bolsas de aire defectuosos.

Desde mayo de 2019, al menos 100,000 infladores de bolsas de aire defectuosos siguen sin reparar en aproximadamente 100,000 vehículos en Puerto Rico. Eso significa que aún no se ha reparado un 44 por ciento de los infladores de bolsas de aire afectados por esta orden de retiro en Puerto Rico, incluso tras docenas de intentos de contacto por parte de los fabricantes de vehículos. En comparación, el porcentaje de infladores de bolsas de aire afectados por la orden de retiro en los Estados Unidos que no se han reparado es un 35 por ciento.

Esta orden de retiro es particularmente urgente para los conductores de vehículos de mayor antigüedad afectados, ya que la exposición prolongada al calor y la humedad con el tiempo empeora el defecto, lo que aumenta la posibilidad de heridas graves o la muerte.

Aunque la orden de retiro afecta vehículos de 19 fabricantes de vehículos diferentes, ciertos modelos Honda y Acura de 2001-2003 y ciertas camionetas Ford Ranger y Mazda Serie B de 2006 tienen un riesgo mayor. La NHTSA hace un llamado urgente a los consumidores a no conducir estos vehículos a menos que sea directamente al concesionario para que lo reparen de inmediato.

“Estos infladores de bolsas de aire son peligrosos y potencialmente letales”, indicó Heidi R. King, subadministradora de la NHTSA. “Si su vehículo es parte del retiro, le reitero con urgencia que lo lleve de inmediato al concesionario para una reparación gratis. Podría salvar su vida y la de sus seres queridos”.

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