Después de cuatro carreras muy distintas entre sí esta temporada, Michelin ha empleado los datos recopilados hasta ahora, además de la información correspondiente en la jornada de test llevada a cabo recientemente en Jerez, para confeccionar una gama de neumáticos orientada a ofrecer máximo rendimiento en el siempre particular circuito de Le Mans.
El trazado de 4.185 metros ofrece distintos puntos donde se acelera desde baja velocidad, destacando especialmente las fuertes frenadas que requiere. La combinación de nueve curvas de derecha y cinco de izquierda no resulta excepcionalmente estresante para los neumáticos, pero esta proporción obliga a emplear un neumático trasero de composición asimétrica, con la parte más dura en el perfil derecho. Este tipo de neumático estará disponible bajo especificación blanda (banda blanca) y media (sin banda), ambos de nueva producción que se usarán por primera vez esta temporada.
En cuanto a la configuración del tren delantero, se servirán tres especificaciones; blanda (banda blanca), media (sin banda) y dura (banda amarilla). El tipo blando contará con un nuevo compuesto capaz de ofrecer mayor adherencia en las temperaturas que se esperan. Los Michelin Power Rain para lluvia estarán disponibles en caso necesario en compuestos blando (banda azul) y duro (sin banda).
Nicolas Goubert, director técnico de Michelin y supervisor del programa MotoGP: «La climatología es a menudo incierta en Le Mans, así que hay que estar preparado para todo; desde la lluvia con cielos nublados y temperaturas frías, hasta el calor del cielo raso. Le Mans es un circuito con bajo agarre, por lo que no esperamos que el desgaste llegue a ser un problema. El principal problema es cubrir todas las posibilidades que pueden darse».